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publicado el 24 Jun 2025
Ergonomía y postura claves para niños con Parálisis Cerebral Infantil

En los niños con Parálisis Cerebral Infantil (PCI), el control postural suele verse comprometido por alteraciones en el tono muscular, la coordinación y el equilibrio. Esto puede provocar con el tiempo deformidades musculoesqueléticas si no se corrige o previene a tiempo. Por eso, la ergonomía y la postura adecuada no son solo una cuestión de comodidad, sino una estrategia fundamental para su desarrollo físico y calidad de vida.

¿Por qué es tan importante la postura?

La postura influye directamente en:

  • El crecimiento saludable de huesos y músculos
  • La digestión y la respiración
  • La funcionalidad en las actividades diarias
  • La prevención de contracturas, escoliosis y luxaciones

Una mala postura mantenida puede generar presión excesiva en ciertas zonas del cuerpo, dificultar la circulación, provocar dolor y, a largo plazo, causar deformidades estructurales que afecten la movilidad y la independencia del niño.

Principios básicos de ergonomía en niños con PCI

1. Alineación corporal correcta

  • Cabeza alineada con el tronco (ni muy adelantada ni caída hacia los lados)
  • Hombros relajados, a la misma altura
  • Cadera y pelvis en posición neutra, sin inclinaciones
  • Rodillas en ángulo recto (90°), con los pies apoyados completamente

2. Soporte adecuado

  • Utilizar sillas posturales que permitan el ajuste en espalda, cabeza y piernas.
  • Incorporar arneses suaves y reposacabezas si el control del tronco es limitado.
  • Cojines ergonómicos para evitar úlceras por presión y mantener la alineación pélvica.

3. Movimiento y cambios posturales

  • Evitar mantener al niño en la misma posición por periodos prolongados.
  • Alternar entre posición sentada, acostada, de pie (si es posible con ayuda) o en dispositivos de bipedestación.

 El papel del entorno: silla, mesa, cama y más

En la silla:

  • Que tenga respaldo ajustable, soporte lateral y reposapiés regulables.
  • Que el asiento tenga la profundidad justa para apoyar muslos sin presionar la parte posterior de las rodillas.
  • Que el niño pueda interactuar con el entorno a su altura (mesa, juguetes, pantalla).

 En la cama:

  • Usar almohadas ergonómicas o cuñas posturales para evitar posiciones viciosas durante el descanso.
  • Vigilar la alineación de columna, cuello y caderas mientras duerme o descansa.

 En el colegio o en casa:

  • Supervisar que las superficies de trabajo (mesas, tablets, escritorios) estén a la altura adecuada.
  • Promover posturas activas pero cómodas, que fomenten la participación.

 

 Apoyo terapéutico: pieza clave

Los terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas juegan un rol esencial en:

  • Evaluar la postura y la ergonomía individual del niño.
  • Recomendar adaptaciones y equipos específicos.
  • Educar a la familia y cuidadores sobre el uso correcto de dispositivos.

 

 La postura y la ergonomía no se tratan solo de “verse bien sentado”: son estrategias preventivas que ayudan a evitar complicaciones físicas en el futuro. Al integrar buenos hábitos posturales desde temprana edad, se favorece el desarrollo, la autonomía y el bienestar de los niños con PCI.

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